¡La oscuridad se apoderó de Bogotá con la visita de Rotting Christ, una de las bandas más icónicas del metal extremo! Bajo el cielo estrellado de la capital colombiana, los asistentes fueron testigos de una velada que dejó huella en el corazón de la escena metalera local. Descubre todos los detalles de esta experiencia épica.
El pasado 21 de febrero, Bogotá se convirtió en el epicentro del metal con la llegada de Rotting Christ al escenario. El lugar elegido para este ritual sonoro fue uno nuevo en la escena local, y demostró ser el sitio ideal para albergar eventos de esta magnitud, brindando una experiencia única a los asistentes.
El ambiente previo al concierto estaba cargado de anticipación y emoción. Desde temprano, los fanáticos del metal se congregaron en las afueras del recinto, ansiosos por presenciar una noche que prometía ser legendaria. La presencia de Underthreat, una banda colombiana de gran talento, como acto de apertura solo aumentó la expectativa y preparó el terreno para lo que estaba por venir.
Cuando las luces se atenuaron y Rotting Christ hizo su entrada triunfal en el escenario, el público estalló en un frenesí de euforia. Con una mezcla de clásicos atemporales y nuevas canciones cargadas de intensidad, la banda griega cautivó a la audiencia desde el primer acorde. Temas como “Demonon Vrosis”, “Non Serviam” y “Archon” hicieron temblar los cimientos del lugar, mientras que clásicos como “In the Name of God” y “King of a Stellar War” llevaron a los fanáticos a un estado de éxtasis metalero.
Pero el verdadero poder del concierto no radicaba solo en la música, sino en la conexión palpable entre la banda y su audiencia. Rotting Christ no solo entregó un espectáculo memorable, sino que también transmitió una energía indescriptible que envolvió a todos los presentes en una atmósfera de camaradería y devoción por el metal.
El encore, con “The Sign of Evil Existence” y “Fgmenth, Thy Gift”, cerró la noche de manera espectacular, dejando a todos los presentes con el corazón palpitando y el deseo de más.
En resumen, el concierto de Rotting Christ en Bogotá fue una experiencia inolvidable, una celebración del metal en su forma más pura y poderosa. Que esta noche sea solo el comienzo de más eventos increíbles en la escena local.
¡Larga vida al metal!