En MeCalica también tenemos espacio para la literatura, hoy compartimos un poema anónimo que esperamos les guste. Recuerden enviar sus poemas, cuentos, relatos a mecalicametal@gmail.com.
El Laberinto de la Soledad
En los abismos de la noche oscura, donde la soledad se hace compañera, mis pensamientos se hunden en amargura, y la melancolía cubre mi espera.
Un eco triste resuena en mi ser, mientras camino entre sombras sin final, la bruma opaca el sol que solía tener, y la oscuridad se convierte en mi ritual.
La compañía se vuelve un espejismo, y la distancia se agranda en mi interior, me enfrento a mis demonios sin atisbo de altruismo, mientras la batalla conmigo mismo es mi peor temor.
En el silencio de mi propia morada, me encuentro con mi propia esencia desnuda, mis pensamientos se desgarran en cada mirada, y el eco de mi voz enmudece, como si nunca hubiera sido escuchada.
El tiempo se desvanece en un desfile de sombras, y el peso de la existencia pesa en mis huesos, la tristeza se hace nido en mis horas, y es difícil hallar consuelo en mis desvelos.
La soledad me envuelve como un manto frío, y en el espejo encuentro mi única compañía, aunque la distancia conmigo mismo sea desafío, sigo buscando la luz que alumbre mi travesía.
Pero en la oscuridad aún encuentro resquicios de esperanza, en la introspección se abren puertas a la redención, pues en el enfrentamiento con mi propia añoranza, descubro la fuerza para sanar mi corazón.
La soledad puede ser un viaje tortuoso, pero también un camino de autoconocimiento, en la melancolía encuentro el verso hermoso, y en el abrazo conmigo mismo hallaré el aliento.
Así, en la penumbra, aprendo a ser mi propio abrazo, y la oscuridad se vuelve mi confidente, pues aunque sea difícil estar con uno mismo en ocasiones, descubro en la soledad la chispa de mi ser resiliente.
Anónimo